Hay trabajos en los que se nos plantea el diseño único de un espacio interior, incluyendo todos sus elementos. Por un lado tratamos el aspecto funcional de dicho espacio, y por otro, con la aceptación del cliente,intentamos conjugar funcionalidad con estética , con el fin de modificar el espacio acorde a la voluntad del cliente. Para ello entran distintos factores , y nuestro trabajo es interpretar como si de un cuadro se tratara, las peticiones de nuestro cliente, para ponerlas en práctica en el nuevo espacio. No es tarea fácil, pero una de las cosas que más ponemos en práctica , es alterar cualquier posición de las piezas que conforman dicho espacio, combinar elementos que no se relacionan en espacio-función. Cualquier objeto es susceptible de adquirir nuevas funciones. En definitiva, es algo divertido y sorprendente el juego que puede proporcionar el movimiento de las cosas dentro de un espacio, incluso , la aparición de nuevos objetos para dotarle al conjunto de flexibilidad. El factor sorpresa es algo que nos apasiona.